Desde niño aprendí que el Padre, el Hijo y el Espíritu
Santo son tres personas en un único Dios, conocido como el misterio de la
santísima trinidad. El padre Dios Jehová es el creador y Jesus Cristo su hijo
nuestro justificador y salvador, más poco sabemos sobre el Espíritu Santo.
Cuando nos referimos al Espírito Santo pensamos
rápidamente en una paloma o una pequeña llama de fuego, en un viento o finalmente
en una nube de humo, más no es nada de eso. En verdad el Espíritu Santo, así
como el Padre y el Hijo, es una persona y debemos referirnos a Él como tal. Por
otro lado poco sabemos de su actuar en nuestras vidas. El Espíritu Santo es
quien orienta nuestros caminos, es nuestro apoyador, nuestro consolador,
nuestro guía y quién nos alerta del peligro del pecado y finalmente quién nos
da el poder de lo sobrenatural.
Jesus fue un hombre como nosotros y su poder de hacer
milagros se manifestó solamente a los treinta años. Este poder sobrenatural fue
adquirido por el poder del Espírito Santo.
Lucas 4:18 nos cuenta que Jesus entró a una sinagoga y
como era la costumbre de la época una persona salía voluntariamente a leer un
pasaje bíblico, Jesus pidió la oportunidad escogiendo el profeta Isaías 61.
Sigue a continuación el trecho de Lucas 4:18-21 en donde se hace referencia al
pasaje de Isaías 61:
"El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me
ha ungido para anunciar el evangelio a los pobres. Me ha enviado para proclamar
libertad a los cautivos y la recuperación de la vista a los ciegos; para poner
en libertad a los oprimidos. Para proclamar el año favorable del Señor.
Cerrando el libro, lo devolvió al asistente y se sentó; y los ojos de todos en
la sinagoga estaban fijos en El. Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta
Escritura que habéis oído".
En este pasaje bíblico puede verse que Jesus habla que
el Espíritu Santo esta sobre Él y le ha dado autoridad y poder (ungido)
sobrenatural para curar enfermos, resucitar muertos, profetizar y expulsar
demonios.
Antes de partir para el Padre, prometió a sus
discípulos que enviaría el Espírito Santo y esto aconteció en la fiesta de
Pentecostés. La biblia relata que los apóstoles se llenaron de poder y gloria,
de coraje y fuerza, llevando al mundo el evangelio de Jesus, curando enfermos y realizando
grandes maravillas.
Jesus no dejó el Espíritu Santo solamente para sus
apóstoles sino también para todas las generaciones que deseen vivir los caminos
del Señor.
Está escrito en su palabra (Juan 14:12): “En verdad,
en verdad os digo: el que cree en mí, las obras que yo hago, él las hará
también; y aún mayores que éstas hará...”. De hecho Jesus nos promete que
haremos cosas mucho mayores a las que Él realizó.
No nos quedemos sorprendidos si en estos días
escuchamos hablar de siervos de Dios, curando enfermos, profetizando en
nuestras vidas, expulsando demonios, hablando en lenguas extrañas. Todo este
poder viene del Espíritu Santo.
¿Quieres ver lo sobrenatural en tu vida? Mude de vida, tenga un encuentro con Dios, hable con Él a través de la oración.
Ore al Padre y pida en nombre de su hijo Jesus los
milagros que estas esperando en tu vida: una familia restaurada, un hijo fuera
de las drogas, una profesión, una vida financiera saludable. Pida orientación y
descernimiento al Espirito Santo y pídale que te alerte y aleje del pecado.
Oremos así:
“ Señor, este
día me coloco delante de su majestuoso trono para te pedir perdón por mis
faltas por todo aquello que me aleja de tu presencia, quiero ser otra persona
quiero seguir tus caminos, todo esto te pido en nombre de tu hijo amado Jesus
Cristo quien murió en la cruz llevándose todas nuestras tristezas, pecados y
enfermedades. Dios te pido ayuda en mi vida familiar, en mi vida profesional,
en mi vida matrimonial, en mi vida financiera, en mi comportamiento,…etc.
porque quiero ser diferente y con mis propias fuerzas no he conseguido, soy
fallo, soy pecador, pero yo creo en tu infinita misericordia, en tu infinita
gracia y en tu inmensurable amor para conmigo. Tengo fe que tu Señor harás un
milagro en mi vida, en nombre de tu hijo Jesus te pido esto. Espirito Santo, me
oriente mi andar, me ayude todos los días a tomar las decisiones correctas, me
lleve por las veredas de justicia coloco mi vida en tus manos, te pido en
nombre de Jesus Cristo. Amén ”.