El Justificador y Salvador del Mundo

Desde niño siempre escuchaba en las misas cuando el padre hablaba que Jesus había muerto por nuestros pecados, yo siempre me preguntaba como seria eso de una persona morir por el pecado de otra. Pocos meses atrás por fin entendí lo cuanto significaba su muerte por nosotros pecadores.

Dios creo al hombre con el espíritu de Dios con una naturaleza santa. En el antiguo testamento, Dios entrego a Moisés las leyes para que vivamos según la voluntad de Dios. El hombre por su naturaleza pecaminosa quebró esa alianza con Dios. El sueldo del pecado es la muerte espiritual y el hombre tenía que pagar ese pecado, estábamos condenados a la muerte eterna. Podemos entender la ira de Dios cuando solamente Noé y otras siete personas sobrevivieron al diluvio universal.

Dios en su inmensa misericordia, oriento al hombre para el perdón de los pecados y esto se dio a través del sacrificio de un cordero procedente de ovejas y cabras (Números 15:24-25, Levítico 16:5). De esa forma nuestros pecados eran perdonados mediante el sacrificio de estos animales, y sin este perdón todos estaríamos condenados a la muerte eterna.

¿Hoy en día es necesario hacer esos sacrificios para que nuestros pecados sean perdonados? No es necesario. Jesús murió por causa de nuestros pecados y por los pecados de todas las generaciones llevándose con su muerte (1 pedro 2:24). Él se hizo maldito en la cruz (Gálatas 3:13-14), fue al infierno entre su muerte y resurrección, pero su espíritu santo fue vivificado y entregado al padre con su resurrección (1 pedro3:18-20). Nosotros somos justificados por Jesus Cristo ante Dios padre cuando cometemos un pecado. Jesús como hombre y humano pasó por las dificultades de la carne en el mundo, fue tentando por el diablo, fue traicionado hasta por un discípulo, fue humillado y avergonzado. Dios perdona nuestros pecados a través de Jesus Cristo porque él entiende nuestras dificultades terrenales como hombre que fue nos justifica ante el padre.

Decimos entonces que Jesús Cristo es el cordero de Dios porque él nos libró del pecado y nos dio la salvación gratuita.

Shalon!