El intercesor - El Poder de la Oración

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La oración es importante en la vida diaria de un Cristiano ya que a través de ella podemos entrar en la presencia de Dios. Orar significa “hablar con Dios” o entrar en comunión con Él. Todos tenemos acceso a la oración y somos llamados por Jesus Cristo para ser intercesores de nuestras familias, parientes, amigos e incluso de un pueblo, podemos ser sacerdotes de nuestra casa. La oración diaria sirve de alimento para el alma y estar en la presencia de Dios. David era un hombre de oración y escogido por Dios por su obediencia (Hechos 13:22). Así como el pez necesita del agua, como las aves del aire, como las estrellas del gas del firmamento, nosotros como hijos de Dios necesitamos de la oración para nuestro sustento. Jesus nos dice que oremos sin cesar (1 Tesalonicenses 5:17).

El sacerdote es el encargado de interceder por las personas ("estar en la brecha") mediante la oración. De la misma forma que orando hablamos con Dios es a través de ella que Jesus Cristo nos dio la autoridad para dar órdenes al mundo espiritual. El poder de la oración puede ser entendida a través del conocimiento del mundo espiritual (2 Corintios 4:18). Luego tenemos el mundo material visible y el mundo espiritual invisible. En Hebreos 11:3 Dios nos dice "No nos fijemos en cosas que se ven, sino en lo invisible, por lo que se ve es pasajero, pero lo que no se ve es eterno". Dios nos dice que lo adoremos en verdad y en espíritu, porque Él es espíritu (Juan 4:23).

El mundo espiritual es reconocido como un factor importante para la práctica del ministerio de intercesión y mediante la oración tenemos la capacidad de reprender las fuerzas del mal, cancelando y anulando cualquier tipo de maldición en nuestras vidas (envidia, brujerías, hechicerías). En Efesios 6:12 se menciona que nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados y potestades, contra los gobernadores de las tinieblas en las regiones celestes. Somos conscientes de que las cosas que suceden en este mundo son sólo reflejos de las luchas y batallas trabadas en el mundo espiritual.

El intercesor buscar en el Señor el discernimiento necesario para comprender el mundo espiritual y saber que armas se deben utilizar para neutralizar los ataques del enemigo. Por lo tanto, está claro que el intercesor es alguien que necesita conocer las fuerzas espirituales que actúan en los cielos. Una de las responsabilidades más serias de un líder es su posición delante de Dios como un intercesor. El sacerdote como intercesor debe llevar la palabra del pueblo para Dios y en caso de pecado por parte de las ovejas se colocar en la "brecha" intercediendo por su rebaño y pedir perdón por sus pecados. El sacerdote debe ser un Atalaya atento a las investidas del diablo. Los pastores y los sacerdotes necesitan, como intercesores que son, discernir la actuación de esos demonios y proteger a su rebaño buscando en Dios en los recursos y las armas para esta guerra.

Cuando oremos hagámoslo con reverencia, pero con naturalidad, hable con Dios en voz alta y cuando no sea posible en espíritu, hable con confianza, ore en su casa, en su carro dirigiendo, en su trabajo, en su cuarto, en su baño, usted no necesita ir la iglesia para hablar con Dios porque Él está en todos los lugares. Cuando esté dando órdenes al mundo espiritual sea como un guerrero, adopte la postura de un general, hable con autoridad, en este caso es necesario hablar en voz alta para reprender todas las fuerzas y  acciones malignas del enemigo.

¡Shalon!